Pasamos bordeando la ciudad deportiva del CD Tenerife, la iglesia de San Francisco de Paula, una escuela antigua, una capilla y finalmente hicimos una parada en la ermita del Rosario de Llano del Moro. Junto a esta plaza podemos ver la antigua venta que data de 1928.
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La Laguna comenzaba a quedar atrás, y un manto de nubes cubría las montañas de Anaga |
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Iglesia de San Francisco de Paula, 1989 |
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Huerta de tuneras |
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Calvario construido por los vecinos en honor de Don Esteban Hdez Hdez, 1978. |
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Pequeña venta anclada en el tiempo |
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Ya se divisa la iglesia de Llano del Moro |
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Iglesia del Rosario de Llano del Moro |
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Antigua Venta |
Tras una pequeña parada, continuamos la marcha de frente por el conocido camino del Convento hasta el cruce de Aldeas Infantiles. Pronto divisamos la Montaña Talavera con sus antenas de telefonía, Montaña Birmagen corroida por la extracción de áridos. En este punto cruzamos el barranco de la Higuera Negra bordeando las faldas de una auténtica montaña de entullo.
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Montaña Birmagen |
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Montaña Talavera |
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Barranco de la Higuera Negra |
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Cumbres de Güimar, divisándose el Observatorio de Izaña |
Terminada esta pequeña cuesta se abre ante nosotros de nuevo el paisaje con la Montaña Peluda y la Finca de la Era, que recibe este nombre por la presencia de este elemento, ya que estas tierras estaban dedicadas al cultivo de cereales en el pasado.
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Montaña Peluda |
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Malpaís de Güimar |
Nos encontramos en el cruce de Aldeas Infantiles y seguimos nuestro camino de frente para pasar por la zona de Los Toscales, donde nos cruzamos con un rebaño de cabras y ovejas. En el Lomo del Pino giramos a la izquierda tal y como nos indica la señal de madera. Por primera vez abandonamos el asfalto para andar por una pequeña senda que baja al barranco de Los Panascos.
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Cruce de Aldeas Infantiles. |
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Barranco de Los Panascos |
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Fuente Nueva, que posee muy poca agua. El agua provine de la Montaña de Toriño |
Unos metros más adelante cruzamos la carretera que sube de Machado a Las Barreras. El paisaje se vuelve más tosco y árido. Seguimos de frente por el camino de La Fuentecilla .
Llegamos a la presa de Toriño donde nos llaman la atención los dos patos que en ella habitan.
La Hoya de Los Trujillos sirve de antesala a nuestra llegada a las ruinas de la Casa del Pirata Amaro Pargo. Nos debemos desviar del camino hacia la derecha y ascender una pequeña cuesta que en su inicio presenta una rama de eucalipto a modo de arco.
Continuamos bajando y a pocos metros nos encontramos con la plaza y ermita del Rosario, una construcción austera que alberga la imagen del mismo nombre, muy venerada entre los habitantes de El Rosario. Desde aquí podemos ver una amplia vista de la costa del sureste, desde Gúimar hasta Radazul.
En estas imágenes vemos el estado de la Cuesta del Rosario, bastante deteriorada por las lluvias.
En este tramo entre la ermita del Rosario y el núcleo de Barranco Hondo, discurrirá paralelo al camino del Canal de Araya, más conocido como canal Güimar-Santa Cruz.
En este tramo podemos acelerar el ritmo, hasta cruzar la Hoya del Zapatero y el barranquillo de Las Higueritas donde veremos en su parte inferior una pequeña presa y encontrarnos con una importante subida asfaltada conocida como camino de las Camelleras, que nos llevará hasta la Plaza de Barranco Hondo.
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Barranco Hondo |
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Tomamos este cruce a la derecha |
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Iglesia de San José en Barranco Hondo, (1860) |
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Calle San José |
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Salimos del barrio por la calle La Calzadita |
Por las calles La Calzadita y La Angostura, nos dirigimos directamente hasta el Campo de Fútbol de Barranco Hondo, donde al final del mismo volvemos a conectar con el camino de tierra.
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Barranco de Las Goteras |
Nos espera una nueva cuesta con el Valle de Güimar y Candelaria en la lejanía. Llegamos a la orilla de los barrancos de Porqueros y el de Garruncho, los cuales se unen un poco antes del Salto de las Gambuesas. En este punto si tomamos una vereda que se abre junto a la orilla del barranco, a nuestra izquierda, accederemos al caserío de Pasacola Baja. Si continuamos la pista de tierra en sentido ascendente, llegaremos a Pasacola Alta. Un caserío que data de los primeros años del siglo XVI al igual que el núcleo de Las Jiménez en Igueste, y que en su día estuvo habitado por unas diez familias que se dedicaban al cultivo de cereales. trigo, cebada y centeno. De ahí que sea una era y un horno los elementos que perviven en la actualidad, además de algunos muros de las viviendas.
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Tomamos el camino a la izquierda |
La pista de tierra continúa por la parte alta del barranco hasta el mirador de Guantegueste desde donde observamos unas impresionantes vistas de Las Jiménez y el valle de Igueste.
Iniciamos el descenso hacia Las Jiménez donde nos vamos a parar en una pequeña plaza situada en La Morrita, donde observamos un mural que recuerda lo más emblemático de la zona y junto al cual hay un chorro, actualmente en desuso. . El descenso continúa hacia la Iglesia de la Trinidad de Igueste, situada junto a la Asociación de Vecinos. La bajada es muy pronunciada, ún más con los kilómetros acumulados en las piernas. Encontramos corrales y casas antiguas con el tipismo propio de la zona. Vamos buscando el camino de los revolcaderos en dirección al cementerio, donde encontraremos la cueva guanche de Añaco.
En este punto tomamos la vía de la izquierda
En la siguiente imagen se aprecia la inclinación de la calle
Iglesia de la Trinidad de Igueste de San Andrés
En el siguiente cruce continuamos por la calle de la derecha
Y llegamos a este cruce, donde seguiremos la señal que indica el cementerio
Llegamos a este nuevo cruce donde a nuestra derecha vemos el cementerio. Ahora tenemos la opción de bajar al fondo del barranco y visitar la cueva de Añaco, o bien verla desde lo alto y continuar bajando por la calle donde nos encontramos.
Nosotros la hemos visto de los alto y hemos seguido bajando. La otra opción es bajar a visitarla y continuar la ruta siguiendo el recorrido antiguo por el Camino de la Cruz Colorada.
Al llegar a la Urbanización Brillasol, nos encontramos con un muro que cierra el camino. Debemos subir la calle que se abre ante nosotros (Calle Drago) y torcer la primera a la izquierda (calle Tabaiba) y bajar por la primera a la izquierda nuevamente (calle El Pinar), para volver a la senda primitiva y enfilar los últimos kilómetros hasta la basílica.
Tras seis horas de camino, nos encontramos en la plaza de la basílica dispuestos a ver a la Virgen.
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