Martes Santo en Sevilla
Comenzaba la mañana con nubes y claros, así como con mejor temperatura que en la jornada del Lunes Santo. Sin embargo los pronósticos de los especialistas no eran alentadores; hasta las diez de la noche podía existir hasta un sesenta por ciento de riesgo de lluvia. Y así lo confirmaba la primera decisión del Cerro del Águila. La Hermandad con más horas en la calle así lo decidía por segundo año consecutivo.
Por ese entonces estábamos en la Plaza de San Lorenzo, contemplando los pasos de la Hermandad del Dulce Nombre, así como la enorme cola de fieles que esperaban para besar las manos del Señor de Sevilla.
Pero esto no quedaba aquí, hacia las cuatro de la tarde era la Hermandad de San Esteban la que anunciaba que se quedaba en casa. Los Javieres y Los Estudiante tomaban la misma decisión posteriormente.
En la Calle Águilas todo se preparaba para el traslado de la Santa Reliquia desde la Casa de Pilatos, mientras los fríos nubarrones se entremezclaban con algún tímido rayo de sol que hacía comentar a los allí presente, que la decisión de estas hermandades no era la más acertada.
A los sones de la Redención y con el conjunto de acólitos del Misterio como protagonistas, se llevaba a cabo el solemne traslado a semejanza del completado en la noche del Lunes Santo por la Hermandad de la Vera+Cruz. Y tal vez sea lo único bueno que nos está dejando para el recuerdo esta Semana Santa de 2012.
San Benito renunciaba a salir dadas las características de su cortejo, y posteriormente lo anunciaban La Candelaria y Santa Cruz. Decisiones que nos llegaban mientras mirábamos un cielo cada vez más plomizo, tan negro como el devenir del Martes Santo, salpicado por algunos truenos que constituían la única alteración de los corazones de sevillanos y foráneos.
Hacia las cinco y media de la tarde, San Esteban abría sus puertas para todos aquellos que desearan rezarle a sus titulares.
A las ocho y cuarto de la tarde-noche, era la Bofetá quien anunciaba su decisión de no hacer Estación de Penitencia, con ello y un trueno bíblico como telón final, se ponía fin a las ilusiones de este Martes Santo. Cuarenta y nueve años sin dejar de salir abalaban las esperanzas de que al menos a la corporación de San Lorenzo la pudiéramos ver en la calle. No ha podido ser.
Así ha sucedido, y así lo hemos contado. No ha dado para más. Como decíamos ayer, sólo nos queda soñar con un Miércoles Santo pleno... Hasta mañana!!
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