REAL E ILUSTRE HERMANDAD SACRAMENTAL DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN Y PRIMITIVA Y FRANCISCANA COFRADÍA DE NAZARENOS DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE, SANTA MARÍA MAGDALENA Y NUESTRA SEÑORA DE LA HINIESTA DOLOROSA Y GLORIOSA CORONADA
SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE
La Hermandad de la Hiniesta tiene su sede en la Iglesia de San Julián. Cada domingo de Ramos procesionan desde ella dos pasos: el Cristo de la Buena Muerte acompañado por la Magdalena Penitente, y el palio de la Virgen de la Hiniesta.
La iglesia de San Julián, de la primera mitad del siglo XIV, construida en estilo gótico-mudéjar de planta rectangular, con tres naves de cuatro tramos cada una y cubiertas con techumbres de madera, excepto la capilla mayor con bóveda vaída y bóveda de cuarto de esfera; separadas por arcos apuntados sobre pilares cruciformes, y cabecera poligonal.
A finales del XVII se levantaron la capilla de cabecera de la nave derecha, cubierta con bóveda esquifada. De esta última etapa es la torre, rematada por un chapitel piramidal decorado con azulejos.
La portada de los pies es abocinada, con arquivoltas apuntadas y está realizada en piedra. En su parte superior van tres esculturas de piedra. Las portadas de las naves izquierda y derecha, presentan una estructura similar.
El retablo mayor se recompuso modernamente con elementos de finales del XVII y de la primera mitad del XVIII. En la hornacina central recibe culto la imagen de Ntra. Sra. de la Hiniesta Gloriosa y en las calles laterales lienzos del XVIII. En el ático aparece un lienzo con San Julián y un relieve de la Inmaculada, de finales del XVII.
En la cabecera de la nave del Evangelio se encuentra el retablo de estilo neogótico de la Virgen del Rosario.
En la cabecera de la nave del Evangelio se encuentra el retablo de estilo neogótico de la Virgen del Rosario.
En una hornacina de la nave de la izquierda se halla la escultura de la Inmaculada de Alonso Cano, ejecutada entre 1633 y1634. Procede esta talla de la Iglesia de Santa Lucía. En el incendio de 1932, sufrió algunos daños, siendo posteriormente restaurada.
El Stmo. Cristo de la Buena Muerte recibe culto en un sencillo altar en el muro derecho de la iglesia.
En ese mismo muro de la izquierda se encuentra Santa María Magdalena y el grupo escultórico de La Piedad, preside el mausoleo, donde está enterrado el escultor Castillo Lastrucci. Fue realizado 1949 a tamaño natural en madera policromada por el que el escultor manifestó singular afecto y del que no quiso desprenderse nunca. Ha sido donado por sus herederos a la parroquia de San Julián y a la Hermandad de la Hiniesta. A sus espaldas se ha colocado la antigua cruz del Cristo de la Buena Muerte.
En la cabecera de la nave de la Epístola, en la capilla del Sagrario, recibe culto Ntra. Sra. de la Hiniesta Dolorosa.
En la cabecera de la nave de la Epístola, en la capilla del Sagrario, recibe culto Ntra. Sra. de la Hiniesta Dolorosa.
La primitiva imagen de la Virgen de la Hiniesta era una escultura de 1,25m de alto con formas muy suaves y estilizadas. Su cronología data del siglo XIV. La composición y líneas de la imagen recordaba ligeramente la Virgen que preside el parteluz de la portada principal de la catedral de Tarragona e incluso a la Virgen de la Merced patrona de Barcelona en el corte de su cara. Por todo ello podría haber un fondo de verdad en la leyenda de su venida de Cataluña hacia 1380.
Desapareció en el incendio de 1932 en San Julián. La actual imagen data de 1945 y es obra del imaginero Castillo Lastrucci que la regaló a la cofradía. Formalmente es una copia de la desaparecida en el incendio de 1932, aunque en su rostro se puede apreciar la impronta del maestro imaginero.
La Virgen fue coronada canónicamente el jueves 23 de Mayo de 1973 fiesta de la Ascensión del Señor. Es Patrona del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, desde el año 1649 en que la Stma. Virgen hizo desaparecer la terrible epidemia de peste.
En la fachada de los pies de la iglesia podemos contemplar los azulejos dedicados a los titulares de la Cofradía. El dedicado a la Virgen de la Hiniesta y el del Stmo. Cristo de la Buena Muerte. En la fachada lateral derecha se encuentra otro azulejo de la Virgen del Rosario.
SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE
Se trata de una imagen obra de Antonio Castillo Lastrucci. Para su ejecución recurrió el escultor a los modelos de Montañés y Mesa, fundiéndolos, a su vez, con su propio y personal estilo. Procesionó por primera vez en la Semana Santa de 1938. Mide 1,76 m y está realizada en madera de cedro, siendo el tratamiento anatómico de gran realismo y depurado estudio de los signos hipostáticos de la muerte (abultamiento del vientre, amoratamiento en cadera izquierda, clavícula y rodilla, señalamiento de las costillas, etc), lo que convierte a esta imagen, en una de las mejores obras de su autor y de toda la imaginería del siglo XX en general. Según los profesores Juan M. González y Roda Peña, si lo comparamos con el antiguo crucificado atribuido a Felipe de Ribas, pudo haber sido fuente probable de inspiración, pese a que existen claras influencias mesinas en el tratamiento del sudario que recuerdan al Cristo de la Conversión del Buen Ladrón.
El rostro del Cristo de la Buena Muerte es dulce y sereno, como corresponde a su advocación. La corona espinaria está tallada. El modelo utilizado para su ejecución fue Manuel Gómez Lora. El discípulo de Latrucci, José Pérez Delgado, realizó en 1992 la nueva cruz arbórea que luce el Cristo.
El misterio representa iconográficamente a Cristo muerto en la cruz con María Magdalena a sus pies, como ejemplo de fidelidad y amor. Este misterio tiene así mismo implicaciones iconográficas posteriores, pues a la primera persona que se le aparece una vez resucitado, es a María Magdalena, y fiel al maestro, la única que realmente cree que ha resucitado ante el escepticismo de los apóstoles. Es como ese tributo de lealtad como hay que interpretar la iconografía del misterio.
En 1944, la Hermandad de la Hiniesta decidió recuperar la imagen de María Magdalena a los pies del crucificado, lo que hacía recuperar un misterio usual desde época romántica. La imagen de María Magdalena Penitente realizada por Castillo Lastrucci es una obra de talla completa, en actitud declamatoria a los pies del crucificado y con la mirada elevada, fija e implorante en el rostro del Redentor. Destacable también es la posición de las manos, situándose la izquierda sobre el pecho y la derecha caída como evidencia del dolor, lo que demuestra que la expresividad era algo que cuidaba mucho su autor. Según los estudiosos se puede considerar como la mejor imagen secundaria de la Pasión tallado por este autor.
María Magdalena se representa como una mujer lozana, de belleza clásica, y se cubre con vestimentas de colores marrón y azul, símbolos de humildad y pureza, enriquecidos con estofados de motivos vegetales.
María Magdalena se representa como una mujer lozana, de belleza clásica, y se cubre con vestimentas de colores marrón y azul, símbolos de humildad y pureza, enriquecidos con estofados de motivos vegetales.
El paso de misterio es de estilo neorenacentista de líneas rectas, realizado en madera de caoba hondureña y decorado con casetones con talla de motivos vegetales, así como cartelas enmarcadas en capillas de orfebrería en plata de ley, diseñado por Cayetano González Gómez en 1970. En las esquinas lleva ménsulas con apliques del mismo metal y ángeles de madera de naranjo. En los respiraderos están representaciones de diversos Santos.
La talla corresponde a Antonio Martín Fernández y la ebanistería a Francisco Bailac Ceniza, ambas de 1970.
Presenta apliques en plata de ley en el canasto y ménsulas de las esquinas según diseño de Cayetano González Gómez, Manuel Seco Velasco y Guillermo Domínguez-Clavería, 1970. Las capillas laterales del paso, fueron enriquecidas con labor de orfebrería, por Guillermo Domínguez Clavería en 1986.
Las capillas fueron talladas talladas por Antonio Martín, mientras los relieves fueron realizados por Rafael Barbero Medina, representando los siguientes motivos en el canasto: una custodia flanqueada por dos Seises, Noli me Tangere, Sagrado Lavatorio y la Inmaculada. Estas representaciones están estrechamente relacionadas con los titulares e historia de la hermandad; los seises con la custodia hacen referencia al carácter sacramental de la hermandad, el Noli me Tangere hace referencia a la Magdalena, cotitular de la Hermandad, el lavatorio, tiene una correlación al momento en que la Santa perfuma los pies de Cristo y los enjuaga con sus cabellos en la cena en casa de Simeón y la Inmaculada, también titular.
Lleva apliques de plata en las esquinas, haciendo juego con las capillas frontales, traseras y de los costeros, según el proyecto original de Cayetano González, realizados por los Hermanos Delgado en el año 2006.
Rafael Barbero Medina realiza doce ángeles; en madera de naranjo; en el año 1970. En cada esquina de la canastilla; se sitúa un ángel; y los ocho restantes; de dos en dos sobre las capillas.
En los respiraderos, el paso lleva edículos con relieves realizados por Francisco Buiza en 1970, en los que se contemplan un programa iconográfico de santos sevillanos: San Isidoro, San Leandro, San Fernando y San Hermenegildo. Estos santos llevan los atributos en plata, San Isidoro y San Leandro el báculo; San Fernando la corona y la espada; y San Hermenegildo la corona, el hacha y cadena y la palma del martirio.
Entre estas figuras de santos, hay una serie de paneles tallados con motivos distintos cada uno de ellos, aunque los de los extremos son idénticos en la ornamentación floral, y colocados simétricamente en un costero y otro. En los paneles izquierdos de los costeros hay decoraciones con motivos florales, mientras que en los de la derecha los motivos florales representan granadas.
Los paneles de los lados tienen como motivos decorativos racimos de uvas; y en la trasera el central presenta una espiga, teniendo los paneles de los lados simplemente motivos vegetales.
Los paneles de los respiraderos del frontal y trasera del paso presentan tres tramos; el central lleva un motivo decorativo, mientras que los que los flanquean, llevan motivos vegetales. Ambos motivos hacen referencia a la eucaristía, llevando en el frontal el cáliz
En los costeros del canasto hay una serie de casetones, todos distintos entre sí,con motivos simbólicos centrales realizados en madera de naranjo, siendo obra de Rafael Barbero Medina (balanza, armadura romana, espejo).
En la delantera del paso, flanqueado por dos ángeles de Rafael Barbero Medina, se encuentra un relicario que contiene los restos de la primitiva Virgen.
El llamador fue diseñado por Cayetano González Gómez y realizado por Manuel Seco Velasco en 1974. Representa un martillo de orfebre, teniendo en la parte que cubre la bisagra una cartela con formas ondulantes con roleos, en cuyo centro están representados los tres clavos de Cristo unidos por una corona de espinas.
El paso está iluminado con cuatro hachones color tiniebla y doce candelabros individuales de guardabrisa en plata, con codales del mismos color.
Los faldones de terciopelo granate, cuentan con dieciséis broches bordados en plata en las esquinas, ejecutados en 2008 por el Taller de José Ramón Paleteiro.
ALTAR DE INSIGNIAS DE 2011
La Cruz de Guía, realizada en madera oscura por Antonio Izquierdo en 1963. Muestra una ornamentación a base de hojas de acanto, y debajo de la cruceta, se ubica una pequeña reproducción, en madera tallada y policromada de la Virgen de La Hiniesta gótica. Posee aplicaciones de plata en las cantoneras así como el Inri.
En la imagen de la izquierda, estandarte de la corporación, bordado en hilo de oro sobre terciopelo azul por el Taller de Carrasquilla en 1967.
En la segunda imagen por la derecha, figura el Libro de Reglas en plata repujada y cincelada, con esmaltes sobre terciopelo, con la imagen de la Virgen en marfil y a los lados, dos óvalos con el emblema de la ciudad y el corazón de María traspasado por siete puñales. Es obra de Manuel Seco Velasco de 1940.
MARÍA SANTÍSIMA DE LA HINIESTA
La Virgen de la Hiniesta es obra de Antonio Castillo Lastrucci en 1937, en madera de cedro con una altura 161 cm. Es una imagen de candelero para vestir. Tiene la cabeza ligeramente girada hacia la derecha y la mirada baja; con rostro ovalado, los ojos son de cristal de color castaño con pestañas postizas en el párpado superior y pintadas en el inferior. Cinco lágrimas de cristal le surcan el rostro, grafismo propio de Castillo, dos en la mejilla derecha y tres en la izquierda, haciendo referencia a las cinco angustias de María. Las cejas son rectas, con un entrecejo que determina su sereno dolor. La nariz es recta y de correctas aletas. La boca, de labio inferior algo pronunciado, aparece perfectamente modelada y dibujada con un rictus de dolor que contrae el labio superior, quedando entreabierta, lo que permite observar la talla de la dentadura superior. El mentón aparece acentuado y el cuello está perfectamente anatomizado. El tono de la policromía es cálido, con encarnaciones morenas, lo que hace resaltar, aún más, su encanto de Virgen-niña. Las manos están extendidas, lleva en la mano derecha un pañuelo y en la izquierda procesiona con unas flores de hiniesta y un rosario.
La Virgen de la Hiniesta dolorosa lleva la mano derecha muy levantado en honor a la antigua dolorosa. Tiene mucho parecido a otra dolorosa de la Semana Santa: la Virgen de la O. El parecido proviene del hecho de que ambas fueron talladas el mismo autor, Antonio Castillo Lastrucci.
La corona de la Virgen de la Hiniesta fue labrada por Manuel Seco Velasco en 1956. Realizada en plata sobredorada. Un aro con dos cordones entre pedrerías, sostiene un particular canasto real, con hojas trilobuladas y lis, los rematan seis imperiales sobre los que se alza un globo celestre con cruz griega de brillantes. La ráfaga, de doble cara, trilobulada, con ornamentación de acantos, ampara grupos de rayos lisos y plamígeros entre adornos vegetales, rematándose con dieciséis estrellas. El conjunto se remata por una cruz latina sobre pedestal. Va aderezada con piedras finas. Esta corona se restauró recientemente en el Taller de Hijo de Juan Fernández.
El Paso de Palio de la Virgen de La Hiniesta, constituye una de las obras más características del estilo juanmanuelino, con las tonalidades azules que identifican a la Hermandad. A medio caballo entre la estética del romanticismo decimonónico y el gusto barroco.
El Palio fue bordado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1907, realizado en terciopelo azul con bordados en plata. En 1929 se pasaron a nuevo terciopelo azul, enriqueciéndolos y cambiándole la silueta que llevaba en la crestería, por parte del mismo Rodríguez Ojeda para cambiarle su estructura de cajón. En 1932 y 1936 se producen sendos incendios en la iglesia de San Julián, con los que se pierden tanto las imágenes como sus enseres. Ante estos hechos, la Junta de Gobierno decide realizar un nuevo paso de palio, encargándolo a Carrasquilla siguiendo el modelo diseñado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda para el anterior. Al mismo tiempo se realizaría la actual Dolorosa. Tanto Juan Manuel Rodríguez Ojeda como Guillermo Carrasquilla Rodríguez fueron hermanos de la corporación, llegando incluso a ocupar cargos en la Junta de Gobierno.
Carrasquilla pasó las bambalinas entre 1987-89. En el 2008 el Taller de Paleteiro limpió las bambalinas y colocó nueva cordonería a las caídas de palio.
Carrasquilla pasó las bambalinas entre 1987-89. En el 2008 el Taller de Paleteiro limpió las bambalinas y colocó nueva cordonería a las caídas de palio.
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Su decoración está basada en motivos vegetales entrecruzados, separados por cordones con borlas llenando todo el espacio a modo de horror vacui. El eje compositivo lo constituye una rama ondulada que recorre cada paño , de donde salen hojarascas dinámicas que se extienden por todo la composición, culmina en una palmeta de singular diseño. Una bella crestería recorre el frontal, con ramificaciones y tallos enroscados.
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En los paños laterales se repiten los motivos decorativos a base de roleos en los extremos, hojarascas y rocalla. Esta profusa decoración es un ejemplo claro de la evolución del estilo llamado juanmanuelino hacia fórmulas barrocas. El dibujo de las bambalinas exteriores de este palio guarda parecido con el de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso de la Hermandad del Gran Poder, antes de haber sido modificado el diseño de cajón que anteriormente comentábamos. En las bambalinas interiores se emplea el mismo esquema compositivo.
El techo de palio lleva en la gloria una reproducción de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa, en madera policromada y carnes de marfil, que labró en 1985 José Pérez Delgado (Pepe "El Gubia").
Juan Manuel Rodríguez Ojeda confecciona un manto inicial en 1905, procesionando hasta 1929. Un año después se estrena un nuevo manto al que se le añadirían los bordados del anterior, confeccionándolo las hermanas Carrasquilla (Rosario, Concepción y Esperanza). En 1962 y 1984 se volvería a acometer la misma labor en los Talleres de Carrasquilla.
Es una pieza muy interesante ya que pertenece a la obra madura de Rodríguez Ojeda, con el característico eje central de grandes hojas de acanto, anillas en forma de flores, y figuras geométricas con caracolillos como elemento ornamental, a los que se unen las jarras características del autor, y las típicas lentejuelas. El borde del manto está decorado con una greca.
Saya confeccionada por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1916, similar a la confeccionada para la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso de la Hermandad del Gran Poder. Destaca el perfecto diseño de sus juegos florales y la urna funeraria, motivo muy frecuente en el bordado sevillano de esos años. En la banda inferior, aunque no se aprecia en la fotografía, se inserta un friso de juegos florales entrecruzados.
Los faldones son de terciopelo azul con bordados en plata de José Guillermo Carrasquilla, 1985. Carrasquilla igualmente ha pasado los faldones a nuevo terciopelo azul en el 2007, estando los bordados realizados en plata. En el 2008 estrenó el faldón trasero del palio, realizado en el taller de los Herederos de Carrasquilla.
El juego de varales, realizado en plata de ley, obra de los Hermanos Delgado en 1996, teniendo bases cuadrangulares. Anteriormente tenía unos de Manuel Seco Velasco de 1945. Se articulan en siete secciones por nudetes, rematados en perilla.
Cartela de Sor Ángela de La Cruz |
Detalle de los respiraderos |
Escudo de Sevilla |
Los respiraderos son de plata de ley, obra de los Hermanos Delgados, 2004. Tienen como temática principal las Letanías de la Virgen. En las esquinas de los respiraderos, se hallan sendas capillas en las que dos ángeles sostienen una cartela que alberga un símbolo de las letanías. En el frontal, Puerta del Cielo y Fuente de Clemencia; costeros, Pozo de Sabiduría, Arca de la Alianza, Trono de Sabiduría, Rosa Mística, Torre de David y Espejo de Justicia. En el frontal también se representa una cartela con el escudo de Sevilla; en la trasera las Santas Justa y Rufina, y el los costeros bustos de santos (Santa Ángela de La Cruz y el Beato Cardenal Spínola).
Siguen la tendencia de recuperación de la línea antigua, a lo que contribuye el adorno que llevan en la parte inferior acrecentando ese efecto de líneas rectas. Además, no están compartimentados en paños correspondientes a los entrevarales, conceptos antiguos que practicamente se habían abandonado.
Siguen la tendencia de recuperación de la línea antigua, a lo que contribuye el adorno que llevan en la parte inferior acrecentando ese efecto de líneas rectas. Además, no están compartimentados en paños correspondientes a los entrevarales, conceptos antiguos que practicamente se habían abandonado.
Maniguetas
Las diez jarritas de la delantera en plata fueron realizadas por los Hermanos Delgado en 1998. Las de jarras de entrevarales fueron realizadas por Manuel Seco Velasco en 1947.
En el 2003, la hermandad estrenó una nueva peana realizada por los Hermanos Delgado. En la cual se exhibe un relicario de plata que acoge los restos de la primitiva imagen de la Hiniesta Dolorosa (perdida en el incendio del templo en 1932) realizado en 1997, también por los Hermanos Delgado.
Las diez jarritas de la delantera en plata fueron realizadas por los Hermanos Delgado en 1998. Las jarras de entre varales fueron realizadas por Manuel Seco Velasco en 1947.
El llamador es de plata de ley, realizado en el 2004 por los Hermanos Delgado.
La miniatura presenta un templete de plata realizado por Manuel Seco Velasco en 1986. Dentro del templete hay una reproducción en plata y marfil de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada, realizada por el escultor José Vázquez Sánchez en 1986. Destacar que Virgen de plata y marfil en su templete la donó la hermandad a la Corporación Municipal,
El Relicario, de plata de ley, realizado en 1997 por los Hermanos Delgado. Esta situado en la peana del paso y en el se acoge los restos de la primitiva Dolorosa que se perdió en el incendio intencionado del templo en 1932.
La hermandad ha ido renovando su candelería poco a poco. En el 2006, se estrenaron doce candeleros en plata para el paso de palio, siendo ejecutados por los Hermanos Delgado; y en el 2007 y 2008 se estrenó otra tanda, de los mismos orfebres. Los anteriores eran obra de Manuel de los Ríos Navarro realizadas en 1979.
En el 2002, la hermandad estrenó un nuevo juego de candelabros de cola, obra de los Hermanos Delgado. Aparecen flanqueados por los maceros municipales, haciendo referencia a la vinculación de la Hermandad con la Corporación Municipal. Consta de quince brazos, totalmente cincelados, con sus correspondientes tacillas y coronillas de las tulipas, y su principal ornamento son las hojas de hiniesta entre tulipanes y nudetes, que hacen que tenga un especial simbolismo con la advocación de la Santísima Virgen. Siguiendo el clasicismo e idiosincrasia de la hermandad.
Magnífica la Hermandad de La Hiniesta
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