El Santísimo Cristo del Perdón, venerado en el templo de San Agustín de La Orotava, se erige como una de las obras escultóricas más relevantes de la Semana Santa villera. De autoría aun hoy desconocida, pese a las múltiples atribuciones de la historiografía, constituye una pieza de primer nivel en todos los ámbitos: por su calidad técnica, donde es claramente perceptible un perfecto estudio anatómico, la destreza en el uso de la gubia, la búsqueda de un mayor realismo y de un dramatismo que nos adentra de una de las páginas más evidentes del barroco en
Canarias; por otro lado, por la riqueza de su propia iconografía, que es síntesis teológica de la victoria sobre la muerte, del sentido redentor de la entrega total de Jesucristo, Varón de Dolores, representación que tiene su principal difusión con las estampas de Durero, y que en Madrid y Castilla tuvo especial arraigo con las obras de Bernardo del Rincón, Gregorio Fernández, Francisco Díez de Tudanca o, ya posteriormente, avanzado el siglo XVIII, con Luis Salvador Carmona, entre otros.
Canarias; por otro lado, por la riqueza de su propia iconografía, que es síntesis teológica de la victoria sobre la muerte, del sentido redentor de la entrega total de Jesucristo, Varón de Dolores, representación que tiene su principal difusión con las estampas de Durero, y que en Madrid y Castilla tuvo especial arraigo con las obras de Bernardo del Rincón, Gregorio Fernández, Francisco Díez de Tudanca o, ya posteriormente, avanzado el siglo XVIII, con Luis Salvador Carmona, entre otros.
No menos importante resulta esta talla por su amplia historia, ya que desde que fuera colocado en la iglesia del convento de las catalinas de San Nicolás, gracias a la donación del presbítero Francisco de Monsalve en 1697, ha recibido culto hasta la actualidad, siendo hoy titular de la Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón, fundada en 1991 y fusionada, años más tarde, a la Cofradía de Nuestra Señora de Gracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTARIOS