Era a mediados de agosto de 1932. Dos pastores guanches, apacentaban sus rebaños, en la zona de Chimisay, hoy playa del Socorro, a cinco kilómetros de Güimar, quienes, al llegar a la boca de un barranco, notaron que el ganado no avanzaba, como si algo impidiera seguir adelante. Para ver qué era lo que pasaba, uno de los pastores avanzó y vio en lo alto de una peña una imagen de madera como de un metro de alto de una mujer. Portaba una vela en la mano izquierda y
cargaba a un niño en el brazo derecho. El niño llevaba en sus manos un pajarito de oro.
Playa de El Socorro, Chimisay (Güimar) |
Decidieron acudir al Mencey de Güimar para contarte lo sucedido. El Mencey acompañado de los principales de su reino y otras gentes, acuden al lugar del suceso, quedando asombrados pensando que se trataba de un ser muy superior. La tomaron a hombros, y la llevaron a la casa del Mencey en Güimar, colocándola sobre unas pieles de cabra y oveja, pues era la alfombra que ellos poseían. El lugar se llamaba y se llama Chinguaro.
Pinturas de Manuel Martín González, en las que se representan las Tierras y Chinguaro, y la Playa de Chimisay, hoy en día Playa del Socorro.
Alegoría de la aparición, realizada por Dimas Coello, que se encuentra en el interior de la Basílica
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