La Hermandad de Los Panaderos tiene su sede en la Capilla de San Andrés en la Calle Órfila, en pleno centro de Sevilla. Cada Miércoles Santo, hacen estación de penitencia desde ella, dos pasos: Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento y el palio de la Virgen de Regla.
Fundada a finales del siglo XVI, la Hermandad del Prendimiento, comenzó a vincularse con el gremio de panaderos en el XVIII, momento en que adquiere tal denominación popular. Esta Hermandad tuvo su sede canónica en la Parroquia de San Pedro, para luego ocupar capilla propia en la Iglesia de Santa Lucía hacia 1540. Con el cierre de esta parroquia y el peregrinaje por diferentes sedes, terminarán por fusionarse con la Hermandad de los Alarifes y ocupar definitivamente la Capilla de San Andrés en la Calle Orfila. Dicha capilla formó parte un conjunto edilicio de carácter hospitalario fundado por los maestros alarifes en la primera mitad del siglo XVI.
De estilo barroco, fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII. Su interior es de reducidas dimensiones con planta cuadrada cubierta por cúpula sobre pechinas, mientras que en la cabecera presenta un pequeño espacio rectangular elevado a modo de capilla mayor. La fachada es sencilla con una portada adintelada, de regusto clasicista atribuida a Diego López Bueno, rematada por un frontón curvo partido en cuyo seno se ubica una hornacina con la imagen de San Andrés, que data del siglo XVIII. Por encima, un sencillo óculo de forma ovoide y una pequeña espadaña rematan el conjunto.
La Capilla Mayor presenta un modesto retablo que normalmente acoge a los titulares de la Hermandad, Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder, La Santísima Virgen de Regla y San Andrés, esta última, obra del siglo XVIII y titular de la Hermandad los los Alarifes. Por encima de ellos figura la incripción EGO SUM PANIS VIVUS. Fue tallado y dorado por Sucesores de Castillo Lastrucci, y bendecido en 1980.
Como habíamos comentado, el espacio cuadrangular se cubre con una cúpula de gruesas nervaduras que descansa sobre pechinas. Posee un dinamismo extraordinario, partiendo de un tambor polilobulado, del que emergen ocho plementos, cuyos radios se recogen en un florón central de yesería. Toda ella se encuentra decorada con pinturas, destacando las ocho cartelas que representan a los cuatro Evangelistas y a los cuatro Padres de la Iglesia: San Ambrosio, San Gregorio Magno, San Jerónimo y San Agustín. A exterior se encuentra trasdosada al exterior mediante una cubierta de tejas a cuatro aguas
Detalle de uno de los retablos cerámicos de los titulares de la Hermandad, que se disponen a ambos lados de la portada
NUESTRO PADRE JESÚS DEL SOBERANO PODER EN SU PRENDIMIENTO
La efigie del Cristo fue esculpida por iniciativa propia de Antonio Castillo Lastrucci, resultando del agrado de los hermanos, aprobándose por unanimidad su incorporación al paso, el domingo de ramos de 1945
Tras el fracaso artístico cosechado en 1943 y 1944 por el misterio que ejecutó el orfebre y escultor Cayetano González, la Junta de Gobierno de la Hermandad escogió el 13 de julio de 1944 el proyecto presentado por el imaginero Antonio Castillo Lastrucci para la realización de las figuras secundarias del pasaje del Prendimiento, así como de un nuevo paso procesional en sus fases de carpintería, talla y dorado, aunque este último lo terminará realizando Herrera y Feria. Todas las imágenes se estrenaron el Miércoles Santo de 1945.
Resultó muy acertada la plasmación de esta sugestiva escena pasionista que relata San Juan. (Jn, 18, 3-6); "Judas, pues, tomando la cohorte y los alguaciles de los pontífices y fariseos, vino allí con linternas, y hachas y armas. Conociendo Jesús todo lo que iba a sucederle, salió y les dijo: ¿A quién buscáis?. Respondiéndole: A Jesús Nazareno. Él les dijo: Yo soy. Judas, el traidor, estaba con ellos. Así que les dijo; Yo soy, retrocedieron y cayeron en tierra".
El ambiente teatral está plenamente conseguido en un misterio concebido para ver visto en la noche. Cristo extiende sus manos en señal de entrega, al par que hace retroceder a los soldados, con su firme pero a la vez dulce "Yo soy".
Nueve personajes conforman el Misterio: Cristo, Pedro, Santiago, Juan, Judas Iscariote, sayones con antorcha encendida y soga y dos soldados romanos. Todos quedan perfectamente interrelacionados con los gestos, miradas y acciones. Destaca el gesto apesadumbrado de Judas y la expresión del curioso San Juan que aparta una rama del olivo para presenciar la escena.
La composición también es acertada, pues supo distribuir volúmenes y espacios, de modo que desde cualquier ángulo no queda enturbiada la escena principal: Jesús en el momento inmediato a ser prendido.
En el ajugar del Cristo se conserva una túnica que fue bordada en oro sobre terciopelo morado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1905, aunque al ser pasada a nuevo terciopelo se ha empobrecido y distorsionado su dibujo primitivo.
El Paso de Misterio fue contratado por Antonio Castillo Lastrucci junto a las figuras del Prendimiento en 1944. Al año siguiente solo pudo estrenarse la carpintería, concluyéndose la talla neobarroca de canasto, respiraderos, candelabros, seis relieves y ocho ángeles en la Semana Santa de 1946. En 1947, al no poderse dorar, procesionó teñido de color caoba.
Las cartelas representan diferentes momentos de la Pasión: Oración en el Huerto, Prendimiento, Sentencia, Calle de la Amargura, Calvario y Piedad.
La iluminación la constituyen candelabros de guardabrisas, cuatro de nueve luces en las esquinas, dos de tres luces en el centro de los costados y cuatro de una sola luz flanqueando a los anteriores.
El llamador es obra de los Hermanos Delgado, en metal sobredorado, y donado por el Grupo Joven en 1991
Altar de Insignias
Altar de Insignias
Cristo del Perdón, obra de Manuel Martín Nieto, escultor de Morón de la Frontera. Fue donado por un hermano de la corporación, y bendecido en marzo de 2010
MARÍA SANTÍSIMA DE REGLA
La Virgen de Regla se ha atribuido tradicionalmente a la gubia de Luisa Roldán, más conocida como La Roldana, aunque no hay documento alguno que así lo atestigüe. Además, las intervenciones que ha sufrido esta imagen hace que su correcta catalogación sea muy complicada. Lo cierto es que se data en el último tercio del siglo XVII.
Realizada en madera de ciprés, María Santísima de Regla inclina su cabeza suavemente y el rostro nos transmite un inmenso sentimiento de dolor reprimido debido a su mirada baja y perdida, así como sus cejas rectas, leve resalte de sus mejillas, sobre las que se deslizan, tímidas dos cristalinas lágrimas, y boca entreabierta, con dientes tallados. Destaca, así mismo, el dulce modelado de sus manos, las cuales se nos presentan en posición semicerrada, portando en la derecha un pañuelo y en la izquierda una espiga de oro labrada en 1989, como atributo de su relación con los panaderos de Sevilla. También luce en el pecho, un puñal realizado en el taller de los Hermanos Delgado en 2001.
María Santísima de Regla fue coronada canónicamente el 26 de septiembre de 2010 por el Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, y siendo la madrina la Infanta Elena, aunque no asistió, en una misa celebrada en la Catedral de Sevilla.
Con tal motivo, además del manto y una saya, la junta de gobierno aprobó la ejecución de una nueva corona realizada y diseñada por los Hermanos Delgado, inspirándose en la anterior de mediados del siglo XIX que realizara Miguel Palomino, y que es la pieza de orfebrería más antigua que conserva la hermandad. Inspirada en motivos neoclásicos, consta de un ancho aro con gran ornato vegetal, del cual emerge un sencillo canasto en que aparece la figura de San Agustín, y una serie de imperiales decorados con ovas. Culmina el conjunto una ráfaga con rayos y estrellas que se encuentra dividida en dos mediante una bola sobre la cual se eleva una cruz con minuciosa decoración. Para enriquecer los motivos decorativos de la misma se incluyeron elementos relativos a su advocación tales como los tallos de rosas o las espigas de trigo.
El Paso de Palio de la Virgen de Regla constituye una de las obras más significativas que realizó Ignacio Gómez Millán, considerado como un de los mejores diseñadores de bordado cofradiero tras la desaparición de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, Realizado en terciopelo rojo, bordado en oro y sedas de colores, insertan un exhaustiva decoración vegetal a base de roleos, hojarascas, flores variadas y esbeltas azucenas en los paños laterales, destacando los jarrones con asas de roleos que recuerdan en sus diseños a los realizados en la arquitectura regionalista en los relieves de las fachadas. Para las caídas exteriores del techo de palio se inspiró en un frontal de uno de los altares de la Catedral de Sevilla.
El Palio fue realizado en el Taller de José Caro en 1930.Las técnicas de ejecución de esta obra fueron muy innovadoras en aquellos años, recogiendo técnicas de bordados ejecutadas en el monasterio de Guadalupe y en la Catedral de Toledo, reflejadas en las heráldicas, tanto la de corporación que va en el frontal, como la de los Montpensier, situada detrás. Actualmente es el único bordado de nuestras Cofradías que se reflejan esta forma de concebir el bordado.
En los paños centrales se ubica el escudo de la Hermandad. En la trasera, la tiara pontificia y las tres flores de lis, rematadas por la corona real. En la parte superior de las bambalinas se ubican unas cresterías muy originales. En los paños laterales se representan cestos de frutas, motivo ornamental muy utilizado también en los programas iconográficos regionalistas, y en el central delantero se ubica el escudo de la hermandad y la corona real como remate de la crestería. El techo de palio queda cubierto por una exuberancia decorativa de motivos vegetales.
En 2009 fue restaurado el conjunto del palio por el Taller de José Ramón Paleteiro, renovándose el bordado de las bambalinas interiores y restaurándose la gloria de techo pintada por Ignacio Gómez Millán, una de las pocas obras pictóricas de este artista para la Semana Santa, por Adoración Velasco.
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| Manto de la Coronación, 2010 |
Posee dos mantos, el primero de ellos, el Antiguo manto procesional fue elaborado por Esperanza Elena Caro entre 1976 y 1979, en oro y sedas de colores sobre terciopelo rojo.
El segundo, del año 2010, fue ejecutado por el Taller de Mariano Martín Santonja con motivo de la coronación canónica. Tiene diseño de José M. Rodríguez Fernández, siguiendo los dibujos de Ignacio Gómez Millán. De líneas renacentistas al igual que el conjunto del palio, repite los motivos vegetales sobre terciopelo rojo carmesí de la misma tintada que el palio, bordado en oro y plata a realce junto con sedas de colores. Muestra una composición radiada en su interior a modo de cinco cañones que se entrelazan entre sí. Del principal, sale un gran candilieri, típico del estilo renacentista, al igual que las jarras de oro con azucenas de plata inspiradas en las que posee el palio en la zona de entrevarales.
Los varales, utilizados antiguamente por la Hermandad del Cachorro, fueron cincelados por Francisco Ruiz en 1924, a los que se le añadieron basamentos con posterioridad. Están articulados con finísimos nudetes, que caen sobre basamentos de estructura rectangular, donde aparece insertado un apostolado. En el año 2000 fueron restaurados por los Hermanos Delgado.
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| Miércoles Santo de 2009 |
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| Miércoles Santo de 2010 |
Como podemos observar en estas dos fotografías, la imagen luce palios diferentes. Se debió a que en el año 2009 se estaba llevando a cabo la restauración del palio, con lo cual la Virgen lució bajo los bordados juanmanuelinos de la Hermandad de la Estrella. Ejecutado en 1891 por Doña Josefa Rodríguez Ojeda, perteneciendo a la Hermandad de la Macarena hasta que en el año 1909 lo adquiere la corporación trianera para estrenarlo al año siguiente.
Los respiraderos son de 1970, ejecutados por José Lorenzo Aguilar, Luis Jiménez Escrivá y Antonio Rueda Gil. Presentan en el frontal un arco de medio punto, donde se ubican las figuras de San Andrés, la Virgen de Regla de Chipiona y Santa Lucía, mientras que en los laterales se sitúan los escudos de la Hermandad y de Sevilla. El programa iconográfico se completa con los medallones ubicados en los respiraderos laterales, con las representaciones de las Dolorosas que procesionan el Miércoles Santo, exceptuando la de la Hermandad de la Sed ya que dicha cofradía no se había fundado aún.
Peana, realizada por Francisco Díaz Roncero en 1967
Las jarras son una magnífica muestra del arte de los orfebres Lorenzo, Jiménez y Rueda, confeccionadas hacia 1972. Muestran un original diseño con asas de roleos, con cabezas de querubines sobre rocallas, ubicadas en el lateral.
La candelería es del año 1978, labrada por Lorenzo, Jiménez y Rueda. Cabe destacar que las primeras tandas forman el aspa de la cruz de San Andrés, recordando así el atributo iconográfico propio de uno de los titulares de la corporación, el apóstol San Andrés. Los Hermanos Delgado están trabajando en una nueva candelería que verá la luz en los próximos años.
Los candelabros de cola, de quince luces, fueron ejecutados por el orfebre Juan Fernández en 1954
(Faltan Fotografías de las jarritas, llamador y miniatura)
La delantera está ornamentada con seis jarritas ejecutadas en 1979 por Lorenzo, Jiménez y Rueda. En medio de ellas se sitúa el llamador realizado por los Hermanos Delgado en 2010, de plata en su color, representando la cruz de San Andrés, rodeada por una filacteria en la que podemos leer MARÍA SANTÍSIMA DE REGLA XVI-IX-MMX, fecha de su coronación canónica. Por encima el anagrama mariano y la corona real. En medio de la calle de la candelería encontramos un templete salido del taller de los orfebres Lorenzo, Jiménez y Rueda, confeccionado en 1962, con una miniatura de la Inmaculada Concepción.
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